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Tomada de la internet DRA |
Como vivo con mi trastorno bipolar
Experiencias sobre como vivo con el trastorno bipolar, comentarios sobre artículos de blogs y paginas web, mis apreciaciones sobre este y otros problemas mentales.
viernes, 21 de febrero de 2025
La imagen de los bipolares en los medios masivos
miércoles, 5 de febrero de 2025
No considero que una persona con trastorno bipolar, deba estar todo el tiempo sometida a una fuerte medicación
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Polimedicación para el trastorno bipolar |
Con base en lo que he vivido me inclino por pensar que lo mío no es un problema menor, que requiere de pronto de ayuda externa y del uso de químicos, pero en este momento no se tiene un protocolo científicamente probado y claro para mi tratamiento y lo que hago es con base en lo vivido: He definido mi forma de tratarme, tratando de estar un máximo de tiempo libre de sustancias externas tóxicas pero de pronto necesarias en algunos momentos. Bien sea que realmente no tenga ninguna enfermedad y solo sea un problema de adaptación pero he sufrido por comportamientos que he tenido, que no son muy comunes, que no están bien vistos, que han afectado a otros y a mí mismo, por lo que he necesitado de algo que me ayude a corregirlos, en algunas oportunidades, ese algo que ha sido llamado como se quiera: Medicinas, drogas, psicofármacos o psicoactivos, han hecho que me pueda sentir mejor de ciertas características de mi comportamiento y que actué más normalmente ante la sociedad, pero sin excluir sus efectos malucos. En mi caso creo que si tengo un problema mental, que se puede decir grave, que necesito ayuda externa y tomar fuertes psicofármacos en los episodios de crisis, que afortunadamente han sido muy pocos, sin embargo, he sentido también que he podido vivir relativamente bien, sin tomar medicinas cuando tengo periodos de estabilidad emocional, que es la mayor parte del tiempo o tomando un mínimo de estas cuando tengo desbalances leves para evitar llegar a una crisis.
jueves, 5 de diciembre de 2024
Sobrellevando mi problema mental sin medicamentos
viernes, 8 de noviembre de 2024
De nuevo suspendiendo los medicamentos
Esto de dejar los medicamentos para una persona, que como yo ha sido catalogada como afectada por un trastorno mental, es una situación complicada, ya que muchos consideran no es buena, es la opinión de casi todos los psiquis, la familia y otras personas que saben que uno tiene problemas mentales, es difícil, pero resulta que para mi concepto y para mi caso es algo que es necesario para poder rendir adecuadamente en el aspecto laboral; cuando se está medicado uno está calmado y es lo mas parecido a una persona normal, sin embargo, es muy complicado hacer todas las cosas que puede hacer una persona promedio, como ser productivo laboralmente, los medicamentos que estoy tomando hacen que este demasiado tiempo durmiendo y si no es durmiendo, bastante apagado y somnoliento, siento que no puedo fluir en mi vida diaria, cuando los dejo veo que puedo producir mejor aunque a veces puedo acelerarme, que es lo que tendría que saber manejar sin medicamentos, además de poder dormir lo suficiente, para lograrlo tengo que apegarme a llevar una vida muy juiciosa, ordenada, que puede ser aburrida para muchos y también en algo para mi, sin embargo, es preferible a tener una existencia afectada por los efectos de las drogas psiquiátricas recetadas.
Para poder sobrellevar mi vida viviendo en sociedad, debo autocontrolar mis emociones y comportarme de forma normal aun sin tomar drogas, para esto debo apegarme a unas rutinas diarias y estar analizando mis emociones, tomo esta decisión además porque he sentido que estoy estabilizado, no estoy tomando la decisión de dejar los medicamentos cuando estoy en esa etapa de sentirme bien y que soy capaz de cualquier cosa, en este momento no me siento tan feliz, estoy mas bien algo bajo de emociones pero muy aterrizado y llevo algo de tiempo así, en mi situación no cuento con nadie que avale esta situación; en otras oportunidades he dejado los medicamentos psiquiátricos, logrando hacer las cosas como las pueden hacer las personas normales, el inconveniente viene después cuando de nuevo llego a una etapa de desbalances y que puedo perder el control de mis actuaciones, para esto pueden pasar varios días, meses y hasta años, últimamente como en las veces anteriores, cuando veo señales de alarma principalmente que dejo de dormir un mínimo número de horas y siento que me acelero mas de la cuenta, ahi de nuevo vuelvo a tomar medicinas que me frenan y me ponen lento pero que tomo antes de que la situación me cause problemas fuertes, he logrado evitar problemas graves y poder vivir mejor las etapas que logro ser yo mismo sin tomar medicinas, y cuando decido de nuevo tomarlas lo único que me pasa es que de nuevo me vuelvo lento y rebajo mi capacidad productiva al mínimo, pero prefiero esto a desbocar mis emociones y tener problemas con mi entorno, esta situación la he manejado así en los últimos años, en los cuales pienso he podido vivir de buena forma aunque no me haya sentido todo el tiempo bien.
Digo porque si es de sentirme bien todo el tiempo, esto lo puedo lograr mejor con las drogas psiquiátricas las que me hacen estar muy calmado todo el tiempo y hace que no me preocupe mayor cosa de lo que me esta pasando alrededor, la vida pasa entonces de forma mas fácil y se puede tener una sensación de felicidad, pero cuando reflexiono veo que esto no es una existencia plena, el dejar los medicamentos y poder vivir acoplado dentro de mi entorno social implica un gran esfuerzo, sin esa sensación de felicidad.
El poder producir y vivir sin tomar medicinas psiquiátricas durante largos períodos es algo que he logrado varias veces, donde mi vida no ha sido fácil, pienso que tampoco lo es para una persona promedio, reflexionando veo que en esos momentos he vivido de forma plena, donde el diario vivir es complicado pero siento que ha valido la pena este esfuerzo.
jueves, 3 de octubre de 2024
A mis 30 años descubrí que soy bipolar
Por Inés Pujana
1 de marzo de 2019 • 10:03
Agustina siempre vivió la vida intensamente y quienes la conocen, saben que es una persona que no es indiferente a nada de lo que la rodea. Los amores, las amistades, la política o los derechos de los animales: todo la atraviesa y la hace tomar partido. Ríe a carcajadas cuando algo le da gracia, no tiene miedo de decir lo que piensa frente a cualquier circunstancia y por sobre todas las cosas, exuda arte, en su forma de vestirse y en todo lo que hace. Hace poco tiempo, no más de un año, descubrió que esos picos y valles que estaba tan acostumbrada a transitar, no eran simplemente un rasgo de su carácter, significaban algo más: una enfermedad hereditaria que se manifestaba en sus genes, la bipolaridad. Le pedimos que nos relatara su historia para ayudarnos a visibilizar las enfermedades mentales- que tanto estigma tienen- y esto es lo que nos contó.
"La primera vez que oí hablar de bipolaridad fue por mi mamá. Sabía que alrededor de los 30 años la diagnosticaron, que estaba medicada, que lloraba mucho y que no era feliz. No mucho más. Hasta que un día la encontré en la cama inconsciente, y a pesar de todos mis intentos por convencerme de que ella no era capaz de hacer algo así, la realidad me cacheteó y me mostró que no quería vivir más. Una nota y unos cuantos blisters vacíos eran la prueba. A partir de ese día la acompañé a hospitales, grupos, internaciones y diferentes tipos de terapia; convirtiéndome en su madre y ella en la hija a la que yo tenía que cuidar. Mi mamá siempre vio en mí mucho de ella, y no dudaba en decirme que consultara a un médico para ver si yo también tenía su patología. Jamás pensé que algo así pudiera identificarme, pero a mis casi treinta años un médico me dijo: 'Sí, estás dentro del espectro bipolar'".
"No es alguien que quiere algo y un segundo después ya no. Tampoco es tu compañero de trabajo que alterna el enojo matutino con la simpatía vespertina. Es muchísimo más, y justamente por eso es importante dejar de usar el término con tanta liviandad y darle el respeto que se merece. Porque bipolaridad no significa tener un humor cambiante: es una patología delicada que hay que transitar con mucho respeto.
Llevarla a cuestas es vivir diariamente en un subibaja. En un extremo se siente la depresión y en el otro la manía, y mientras la primera te empuja a estar muy triste, al punto de -a veces- no querer vivir más, la segunda te pone muy eufórico y te llena de una energía incontrolable. Te vuelve insomne y vulnerable en extremo, llegando a sentirte un cuerpo en carne viva, que padece todo mucho más que cualquier otra persona.
Cuando estás feliz, sos como una nena que corre y ríe a gritos porque la desborda la alegría. Te volvés ingeniosa y artística, y lográs hacer cosas con una creatividad única, que brota incansablemente. No por nada la llaman "la enfermedad de los artistas" y es que son tantos. Virginia Woolf, Kurt Cobain, Edgar Alan Poe, Van Gogh, Miguel Ángel y muchos más.
Ser bipolar es también encontrarte gobernada por sentimientos que no te pertenecen, o que no querés que te pertenezcan, pero que te invaden y te transforman en alguien que no sos y que a la vez sos. Es perder el control de las emociones y cometer muchos errores, cargando con la culpa de haber herido sin quererlo, sin darte cuenta. En mis peores picos hasta llegué a creer que algo me poseía, sin poder controlar mis pensamientos, lo que decía o lo que hacía. La bipolaridad también es pérdida, porque perdés muchas personas en el camino: amigos, parejas, y a veces, hasta a vos misma.
"¿Bipolaridad = Genialidad?
"
Por mi corta edad los médicos me recomendaron un tratamiento farmacológico fuerte, con la "esperanza" de que quizás en dos años ya no necesitara seguir con la ingesta de remedios. Me pareció mentira, creí que era demasiado bueno para ser cierto y ni lo dudé, los acepté con los ojos cerrados. Pero a medida que pasaban los días, las semanas y los meses, las reacciones adversas fueron devastadoras: pérdida de memoria, dificultad para expresarme, tics nerviosos, dolor articular, manchas en la piel, pérdida de visión y aumento de peso. Solo duré medio año de tratamiento y lo abandoné, dejando con esas pastillas la ilusión de ¿curarme? en un corto plazo. Descubrí que para no perder la cordura me estaba perdiendo a mí misma y supe que no había camino fácil, que iba a ser duro de todas formas. Así que luego de pensarlo mucho y de hablar con personas cercanas comencé a investigar otras opciones más naturales. Opté por ahondar en hacer cosas que me hicieran feliz y por rodearme de personas que me dieran paz y me sacaran sonrisas. Meditar y hacer terapia ayudan mucho. Tener una vida sana, hacer deporte, comer y dormir bien, también. Pero sobre todo conocerme y aceptarme.
No es un camino sencillo, está lleno de aciertos y desaciertos y hay mucho dolor incluido, porque vivimos todo en carne viva y porque ese beso que se disfruta más, también tiene otra cara, que es que también se sufre en demasía el cachetazo. Es un camino diferente para cada uno, que tiene que ir haciéndose al andar, escuchándose y sabiendo elegir qué resulta mejor para cada persona y tipo de vida. Mi consejo es que nada ayuda tanto como sentirse amado. Por eso es tan importante saber acompañar a quienes lo padecen, entendiendo, no juzgando y estando presente, demostrando afecto y haciendo sentir que uno no los abandona cuando todo parece hacerlo. Del otro lado hay una persona algo turbulenta, pero que en el fondo es como el cielo, que cambia, llueve y después despliega algo tan hermoso como un arcoíris. Mi consejo es que se queden a ver sus arcoíris, porque no cualquier persona es capaz de crearlos después de una tormenta".

Delirio
Delirio de Laura Restrepo, narra de una forma muy realista las euforias y las melancolías de Agustina Londoño quien es la protagonista de la novela.
Este libro me gustó, lo leí hace poco, soy dado desde mucho antes de saber exactamente como se denomina técnicamente al problema que sufro, leer libros sobre personajes o de escritores que sufren de problemas mentales, sobre todos los similares a la dolencia que tengo. Creo que, por eso me han gustado los libros de Poe, Hemingway, Virginia Wolf, Dostoyevsky y en este caso la Novela Delirio desde la vez que lo vi en una vitrina de una librería, me interesó por el título y por las referencias que tenía de Laura Restrepo.
Delirio es para leerlo, disfrutarlo, y sacar muchas conclusiones de él; se trata de la vida de una pareja en la cual uno de los integrantes sufre de una dolencia mental que entra y sale de delirios; la otra sobrelleva el problema sin saber muchas veces que hacer, perdido entre los problemas de pareja, de la relación con las familias de cada uno, sobre todo la relación con la familia de la afectada por el problema mental.
Muestra el sufrimiento del paciente mental como de su pareja y su movimiento en el entorno que muchas veces no ayuda, no es una novela rosa pero tampoco es cruel, es más bien algo del realismo magico de la cruel Colombia.
sábado, 7 de septiembre de 2024
Entre la Razón y la Locura: Un Viaje Personal a Través del Trastorno Bipolar
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Foto extraída de la internet, una foto que hace parte de la película Entre la razón y la locura |
domingo, 18 de agosto de 2024
Los que amamos y sentimos con locura, somos anormales, pero no estamos enfermos,
Cartilla de Lenguaje
martes, 23 de julio de 2024
Ayer estuve en un bajón terrible
Una chica bipolar define la depresión
Momentos de tristeza, donde la soledad y la oscuridad van de la mano, mi alma llora y el corazón grita. No importa que tengas familias o una relación amorosa, te sientes solo y por mucho que te hablen e intenten consolarte, el único consuelo es la almohada en la que pones tu cabeza, piensas, lloras y te escondes.
En mi anterior entrada hablaba que estaba sintiendo un aterrizaje suave despues de haber estado algo arriba, creia haber llegado a la normalidad, que en mi caso no es tan normal, pero donde se puede vivir de una forma muy parecida al promedio de las personas, pero no fue un aterrizaje suave como lo sentí y lo dije, sino que seguí bajando y estuve en un profundo sentimiento de fatalidad, aunque considero que lo que descubrí, es algo que realmente me esta sucediendo, me senti demasiado mal.
Entro en lo que se puede llamar en un sentimiento de depresión, inducido principalmente por mi desbalance de emociones, donde analizando mi situación personal encuentro que mi plan de vida para estos dias y los proximos años no se pudo realizar como lo estaba vislumbrando, porque no lo planee, ni ejecute bien, quería hacer unos cambios en mi forma de vida, pero encontré que por varias circunstancias lo que pensé podían ser unas formas diferentes de vivir no se lograron.
Cuando se llega tan abajo en esto de las emociones se quiere acabar con todo, tanto más de lo acabado que ya se tienen las pocas relaciones que uno hace, además que también está mal mi situación laboral, entonces se queda uno solo, se siente solo, es cuando algunos deciden hacerse daño y se toman acciones en contra del cuerpo: Se entra en el alcohol, las drogas, se piensa o se intenta el suicidio; sin embargo, si se considera que ya se tiene un daño al haber llegado tan bajo, ? Cómo diablos se llega a pensar entonces causarse otro mayor? Esa idea la descarto del todo, ya que, después de sentir haber llegado a lo más hondo y bajo de las emociones, todo a partir de ahí es ganancia, debo retomar mi vida, dedicarme a producir y bien dentro de las limitaciones que tengo, debo dedicarme a lo que puedo hacer y hacerlo de la mejor forma posible, si para mi ya es un logro no haberme hecho daño físico.